Ayan Abadi, de 24 años, tuvo una cesárea que le salvó la vida mientras vivía en un asentamiento cerca de Gode. “Cuando vi salir la mano de mi bebé, corrí para salvar nuestras vidas", recordó, "y viajamos casi 90 kilómetros hasta el centro de salud más cercano… Ambos tenemos suerte de estar vivos”. Con el apoyo de Irish Aid, el UNFPA está ampliando su respuesta en la región con un paquete de servicios esenciales de dos años. También se desplegarán unidades móviles de salud en algunas de las zonas de más difícil acceso, y ocho centros de las zonas de Shabelle y Erer, que han sido asoladas por la sequía, recibirán suministros de emergencia.
© UNFPA Ethiopia/Paula Seijo