Declaración de Diene Keita, Directora Ejecutiva del UNFPA, en el marco del Día Internacional de la Niña (11 de octubre)
Todas las niñas tienen derecho a aceptarse y a elegir quiénes quieren ser de grandes. En su camino hacia la vida adulta, deben recibir protección, respeto y libertad para desarrollarse. Sus aspiraciones para el futuro deben atenderse y alentarse, al tiempo que se salvaguarden sus derechos y decisiones.
Sin embargo, para millones de adolescentes, ese camino es peligroso y está marcado por las aplastantes consecuencias de crisis y desastres que ellas no provocaron.
Casi la mitad de las personas jóvenes de hoy viven en países con niveles altos o extremos de conflictos violentos. En estos contextos, las adolescentes suelen ser las primeras en perder el acceso a la educación, la atención de salud, incluyendo la atención sexual y reproductiva que puede salvarles la vida, entre otros servicios críticos que son imprescindibles para su bienestar. La inseguridad y las dificultades económicas aumentan su vulnerabilidad frente al matrimonio infantil y a la violencia basada en género.
No obstante, presenciamos reiteradamente su notable voluntad para imaginar un mundo mejor y el liderazgo que demuestran para forjarlo. Reclaman seguridad, dignidad y derechos humanos inspirándose con valentía en sus propias experiencias para exigir el cese de prácticas nocivas, como la mutilación genital femenina. Piden paz para sus familias, sus pares y sus comunidades.
Hoy, en el Día Internacional de la Niña, celebramos a las niñas y todo su potencial.
Pero no debemos esperar que sean ellas solas quienes asuman la carga que supone sanar un mundo en crisis.
Juntas y juntos, debemos asegurarnos de que todas las niñas en situaciones de crisis tengan acceso a espacios seguros donde se sientan empoderadas y confiadas, donde puedan pedir consejo y seguir aprendiendo, por muy aguda que sea la crisis. Estén o no escolarizadas, debemos asegurarnos de que tengan acceso a una educación sexual integral basada en evidencia y adecuada para su edad, que las ayude a entrar en la adultez de manera segura.
El UNFPA presta un apoyo clave a las adolescentes de todo el mundo, incluso en situaciones de crisis.
En 2024, los espacios amigables para jóvenes del UNFPA en 32 países afectados por crisis ofrecieron a la población juvenil acceso a información y servicios vitales, apoyo psicosocial y formación profesional, así como un lugar seguro para expresar sus preocupaciones y contribuir tanto a la recuperación como a la resiliencia de sus comunidades.
Una participante explicó el efecto dominó de estos programas: "Con mis amigas del centro juvenil hemos estudiado mucho y nos hemos esforzado para poder ayudar a las nuevas generaciones. No queremos que sientan lo que nosotras sentimos y que tengan que lidiar con lo que nos tocó".
Juntas y juntos, debemos invertir en organizaciones dirigidas por niñas adolescentes y mujeres jóvenes que perfeccionen su aptitud como líderes y defensoras. Por esa razón, el UNFPA colabora y apoya a las organizaciones dirigidas por jóvenes y a la juventud activista que defiende sus prioridades en materia de salud, derechos y desarrollo e impulsa la acción por el clima.
Cuando una niña da un paso al frente para superar los desafíos a los que se enfrenta, debe estar segura de que la comunidad mundial la respalda y está dispuesta a abrir camino con ella, y no por ella. En este Día Internacional de la Niña, comprometámonos a promover la salud, así como los derechos sexuales y reproductivos de las niñas adolescentes, en toda su hermosa diversidad, donde sea vivan. Comprometámonos a trabajar con y para las niñas para que alcancen su pleno potencial y construyan un futuro brillante para ellas y sus comunidades. No merecen menos.