Declaración de la Directora Ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Sra. Diene Keita
El progreso en la prevención del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es el camino más seguro hacia una generación libre de sida.
Los adelantos de la medicina y las políticas públicas han acelerado las posibilidades de protección contra la infección por el VIH y la ampliación de los derechos y opciones de las personas en todo el mundo. Los nuevos medicamentos revolucionarios han ampliado las opciones de prevención, lo que permite que las personas elijan lo que les resulte más conveniente para protegerse. Cada vez son más los países que empiezan a integrar la prevención del VIH en sus sistemas nacionales de salud.
Sin embargo, este progreso se enfrenta a importantes contratiempos. Los recortes sin precedentes en la financiación de la ayuda internacional han afectado especialmente a los programas de prevención del VIH. Estos recortes ya han privado a casi 2,5 millones de personas de medicamentos de profilaxis preexposición (PrEP) que les pueden salvar la vida. Los programas de prevención se han visto desestabilizados en toda el África subsahariana, donde el año pasado se produjeron la mitad de todos los nuevos contagios por VIH.
El pronóstico es sombrío si no se produce un rápido cambio de rumbo. Para 2030, 3,3 millones de personas más podrían contraer el VIH. Un número desproporcionado de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes corren el riesgo de contraer la infección.
Las niñas y mujeres de entre 15 y 24 años representan una cuarta parte de todas las nuevas infecciones por VIH en el África subsahariana. Sabemos que el VIH aumenta la mortalidad materna e impide que las personas que viven con el virus accedan a la atención sanitaria por temor a la estigmatización. También está estrechamente relacionado con la violencia de género y la desigualdad de género. Esto socava los derechos y las opciones de las mujeres y las niñas, con consecuencias duraderas tanto para ellas como para sus comunidades.
Para mantener los avances logrados en materia de prevención, es fundamental contar con un liderazgo nacional sólido y con financiación, tanto nacional como internacional.
Además, también es necesario contar con políticas públicas inteligentes. En muchos países, la eliminación de las sanciones penales por las relaciones entre personas del mismo sexo y el trabajo sexual mejoraría drásticamente el acceso a la información y la asistencia. Para reducir los factores que exponen a las personas al riesgo de contraer el VIH, será fundamental abordar la desigualdad de género, la violencia y la estigmatización en los sistemas de salud y en las sociedades en general. La integración de los servicios relacionados con el VIH en la atención a la salud sexual y reproductiva rutinaria, incluida la planificación familiar y la salud materna, facilitaría su acceso a muchas mujeres y niñas.
En esta encrucijada de la respuesta al sida, el UNFPA sigue apoyando a los países para que mantengan y mejoren la prevención del VIH, en particular entre las adolescentes, las mujeres jóvenes y las poblaciones clave, además de proporcionar tratamiento y servicios relacionados.
Los esfuerzos combinados de gobiernos, organizaciones internacionales, activistas y comunidades han dado lugar a notables avances en la lucha contra el VIH, lo que ha permitido salvar casi 27 millones de vidas hasta la fecha. Ahora, es necesario que nos unamos y concluyamos lo que sabemos que funciona y lo que sabemos que es posible: un futuro sin sida para todas las personas.