HÊVIÉ, Benin – En las comunidades rurales de Benin, donde las carreteras en mal estado y las largas distancias suelen interponerse entre los pacientes y la atención médica que les salva la vida, las motoambulancias están transformando los resultados en materia de salud materna y neonatal.
En circunstancias normales, las motocicletas tendrían dificultades para superar la distancia y el terreno, pero estas ambulancias se han diseñado específicamente para zonas de difícil acceso.
«Cuando la esposa de mi hermano entró en trabajo de parto, el centro de salud envió una motoambulancia. Dado el estado de la carretera y la distancia entre nuestra aldea y el centro de salud, no creía que una motocicleta pudiera llegar hasta nuestra casa», declaró Edouard Affonissèkpé, un fotógrafo local de Hêvié Houinmin-Daho, en la comuna de Abomey-Calavi. «Pero me quedé asombrado cuando, unos minutos más tarde, escuché el ruido del motor en la puerta. En cuanto llegó, nos llevó al hospital del distrito de Abomey-Calavi».
«No dejaba de preguntarme cuánto costaría, pero el conductor nos dijo que no teníamos que pagar nada» - Leonie Hounguè
El acceso rápido a servicios de parto seguro es fundamental en Benin, donde la tasa de mortalidad materna es una de las más altas del mundo, según las estadísticas más recientes. Se estima que 518 mujeres mueren por causas relacionadas con el embarazo por cada 100.000 nacidos vivos; en comparación, la media mundial es de 197 muertes por cada 100.000 nacidos vivos.
Por ello, la motoambulancia fue un gran alivio para la familia del Sr. Affonissèkpé. «Sin ella, no estoy seguro de que mi sobrino o su madre estuvieran vivos actualmente», afirmó.
Dos horas para salvar vidas
La flota de motoambulancias es solo una parte del programa «Two Hours to Life» (Dos horas para salvar vidas), cuyo objetivo es mejorar el acceso a servicios vitales de salud reproductiva.
El programa está dirigido por el UNFPA, la agencia de las Naciones Unidas para la salud sexual y reproductiva, en colaboración con el Ministerio de Salud, y está financiado por Takeda Pharmaceuticals. Además de las motoambulancias, el UNFPA ha proporcionado equipo médico y técnico, anticonceptivos y suministros de salud materna, herramientas digitales y materiales de comunicación.
La iniciativa ofrece el servicio de motoambulancia sin coste alguno para los pacientes, lo que ha sido motivo de sorpresa y alegría para muchos miembros de la comunidad.
«No pagamos nada», comentó Léonie Hounguè, residente de Hêvié Sogan que utilizó el servicio. «No dejaba de preguntarme cuánto costaría, pero el conductor nos dijo que no teníamos que pagar nada».

Mirando hacia el futuro
Según Clovis Dossou, trabajador de salud comunitario, una motoambulancia en Hêvié atiende una media de entre seis y ocho pacientes al mes.
«Este equipo es un tesoro», afirmó el Sr. Dossou. Sin embargo, es consciente de que habrá que mantener la flota de motocicletas y que, en el futuro, será necesaria una inversión local. De hecho, en un principio se pretendía que los conductores recibieran una remuneración económica pero hasta ahora han rechazado cualquier pago; un sacrificio que el Sr. Dossou elogió como un regalo para la comunidad.
«Por el momento, el servicio es gratuito», declaró. «No se exige nada a los pacientes».