En Guinea-Bissau, país de África occidental, más de 400.000 niñas y mujeres han sido sometidas a la mutilación genital femenina. A pesar de décadas de esfuerzo, se ha mantenido la prevalencia de esta práctica nociva. Ahora, las comunidades se están uniendo para cambiar esa realidad.
En la región de Gabu, en la parte oriental del país, 24 comunidades rurales se unieron recientemente en una muestra de solidaridad y esperanza a fin de abogar por el derecho de las mujeres y las niñas a vivir libres de daños y con el objetivo de firmar una declaración de intenciones dirigida a poner fin a la práctica para siempre. A continuación se muestran imágenes del impactante evento.
Parecía un festival, con música animada, baile, teatro… un ambiente festivo. De hecho, la gente celebraba el derecho de las niñas a crecer seguras y sanas y a desarrollar todo su potencial.
Más de la mitad de las niñas y mujeres de 15 a 49 años han sido sometidas a la mutilación genital femenina en Guinea-Bissau, la mayoría antes de cumplir los 5 años. Esta práctica, que implica alterar los genitales femeninos por razones no médicas, se perpetúa mediante normas sociales profundamente arraigadas y puede causar graves problemas de salud como dolor crónico e infecundidad y, en ocasiones, la muerte. Las consecuencias para el parto también pueden ser graves, incluyendo la mortinatalidad y la muerte neonatal temprana.
El cambio es posible, pero tiene que empezar por la comunidad.
El UNFPA, en asociación con UNICEF, dirige el mayor programa mundial para acelerar la eliminación de la mutilación genital femenina y presta apoyo directo en 18 países, incluida Guinea-Bissau.
En un país donde tres de cada cuatro mujeres y niñas creen que debe ponerse fin a esta práctica, los avances dependen de su pasión por impulsar un cambio en sus comunidades.
Por esa razón, este programa colabora con grupos comunitarios locales, así como con organizaciones nacionales, gobiernos y líderes juveniles. No se trata solo de poner fin a una práctica dañina; se trata de construir sistemas de apoyo, educación y atención sanitaria que ayuden a las mujeres y a las y los jóvenes a conocer sus derechos y reclamarlos.
Juntos, están reescribiendo la historia: comunidad a comunidad, compromiso a compromiso, niña a niña.